La vida consiste en dar el siguiente paso. Un paso que, a veces, uno debe llevar a cabo bajo la premisa del dolor: Un paso que implica un nuevo tiempo con reglas de vida desconocidas.
Ser barranquista y disfrutar de los barrancos es una bendición fugaz. Practicarlo en estos momentos un milagro y los que lo vemos desde la barrera no nos extrañamos de esto. La felicidad no te la da el barranquismo, ni la cantidad de actividades que disfrutes el fin de semana. La felicidad en gran parte, viene de la capacidad de valorar lo que suma ( mi mujer, mis dos hijos y mis amigos) y abstraerte de lo que resta. No todos estamos capacitados para ello. Tampoco los barranquistas.
Empieza la primavera. empieza la temporada de barrancos.
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