Una de las sensaciones mas frustantes en un barranquista/deportista es la de no poder terminar una actividad o salirse del barranco por motivos no justificados, aunque hay un hecho todavía mas nocivo para un barranquista, no practicar este deporte cuando estas en condiciones de hacerlo y tu importancia en el club o grupo de amigos es indiscutible.
Esto genera dos problemas donde no había ninguno; fastidia al barranquista y debilita al grupo. En este mundo del barranquismo, los mitos surgidos por la popularidad del que los conoce se desvanecen. Allí se humanizan, sus virtudes y sus miserias se exponen. Todos y cada uno de ellos saben que lugar ocupan. Este statu quo no debilita una condición primordial que debe tener un club, la competencia, sino que, por su transparencia, algo que el barranquista siempre agradece, la fortifica y la fomenta.
Descender siempre ha sido, es y sera el tesoro mas preciado. No hacerlo es muy duro y mucho mas si pudiendo, no puedes. Aunque hay otra sensación que tiene un efecto devastador para el espíritu de un barranquista, descender ocasionalmente, sin posibilidad de ganarse un lugar, es un ocupa, tener descensos esporádicos. A los barranquistas es imposible engañarlos.
Esta situacion empaña una de las condiciones que jamas debe perder uno mismo, la credibilidad. El mejor barranquista es aquel que fomenta la competencia, pero esta deber ser real, sincera y justa. El cansancio, las lesiones, el estrés, el trabajo, etc.. son argumentos o excusas para justificarlas, es una sensación que el barranquista supera muchas veces.
Es muy contradictorio para este barranquismo masificado, que se invierta tanto dinero en nuevas tecnologías, que mejore nuestras prestaciones dentro del barranco y que no podamos practicar ningún fin de semana durante el año.
La magnitud de este espectáculo solo se minimiza por la incapacidad que tenemos los seres humanos para describir con palabras la belleza de este deporte, con acciones y reacciones que modifican el análisis racional, que modifican el destino y el rumbo de una ciencia inexacta, el barranquismo. Nuestro grupo nos regalamos un gran barranco gracias a la persona de siempre. Javi (el del purito).
En fin, no voy ha dejar pasar la ocasión de dejaros un vídeo como siempre para que entendáis como me sentí después de tanto tiempo sin practicar el deporte que mas me gusta.
Quede con Javi por la mañana en el aparcamiento del Gorgol donde me esperaba junto a su amigo Tomas y Marzo. Entenderéis que después de tantos meses de inactividad sabia cuales eran mis limitaciones y aun así vine a sabiendas que este año todos los barrancos del pirineo bajan bastantes cargados. En cuanto terminamos nos dirigimos a almorzar a Formigal.
El barranco en cuestión es uno regulado y entenderéis que no ponga el nombre. En cuanto aparcamos el coche e iniciamos el ascenso empezaría lo bueno. Javi inicio la ascensión y en un desvío nos percatamos que no lo encontrábamos. Cruzando el cauce del barranco de lado al lado y volviendo de nuevo al sendero (Ya empezamos) Después de subidas y bajadas retomamos el camino correcto lo que nos llevo a perder un tiempo y algo de físico.
Retomamos el sendero y aqui empezó lo bueno. Javi en su día ya lo descendió varias veces y en las reseñas que teníamos no nos indicaba nada mejor, con lo cual en un desvío nos descuidamos del camino que nos llevaba al inicio del mismo. Al perdernos iniciamos la búsqueda subiendo hacia la misma cresta del mismo, lo que nos obligo al llegar arriba a ir paralela a la misma. Esto era inhumano no me acordaba hacia tiempo de pasarlo tan mal durante una ascenso. Entre matorrales, zarzas, destrepes guarros, ect......se nos volvió una odisea encontrar el inicio o el sendero mas evidente para llevarnos al principio. En su día ya hable de las aproximaciones con Javi. A día de hoy me sigue encantando ir con el por lo imprevisible de la aventura. Aun así lo vi mas relajado que de costumbre.
Esto genera dos problemas donde no había ninguno; fastidia al barranquista y debilita al grupo. En este mundo del barranquismo, los mitos surgidos por la popularidad del que los conoce se desvanecen. Allí se humanizan, sus virtudes y sus miserias se exponen. Todos y cada uno de ellos saben que lugar ocupan. Este statu quo no debilita una condición primordial que debe tener un club, la competencia, sino que, por su transparencia, algo que el barranquista siempre agradece, la fortifica y la fomenta.
Descender siempre ha sido, es y sera el tesoro mas preciado. No hacerlo es muy duro y mucho mas si pudiendo, no puedes. Aunque hay otra sensación que tiene un efecto devastador para el espíritu de un barranquista, descender ocasionalmente, sin posibilidad de ganarse un lugar, es un ocupa, tener descensos esporádicos. A los barranquistas es imposible engañarlos.
Esta situacion empaña una de las condiciones que jamas debe perder uno mismo, la credibilidad. El mejor barranquista es aquel que fomenta la competencia, pero esta deber ser real, sincera y justa. El cansancio, las lesiones, el estrés, el trabajo, etc.. son argumentos o excusas para justificarlas, es una sensación que el barranquista supera muchas veces.
Es muy contradictorio para este barranquismo masificado, que se invierta tanto dinero en nuevas tecnologías, que mejore nuestras prestaciones dentro del barranco y que no podamos practicar ningún fin de semana durante el año.
La magnitud de este espectáculo solo se minimiza por la incapacidad que tenemos los seres humanos para describir con palabras la belleza de este deporte, con acciones y reacciones que modifican el análisis racional, que modifican el destino y el rumbo de una ciencia inexacta, el barranquismo. Nuestro grupo nos regalamos un gran barranco gracias a la persona de siempre. Javi (el del purito).
En fin, no voy ha dejar pasar la ocasión de dejaros un vídeo como siempre para que entendáis como me sentí después de tanto tiempo sin practicar el deporte que mas me gusta.
Quede con Javi por la mañana en el aparcamiento del Gorgol donde me esperaba junto a su amigo Tomas y Marzo. Entenderéis que después de tantos meses de inactividad sabia cuales eran mis limitaciones y aun así vine a sabiendas que este año todos los barrancos del pirineo bajan bastantes cargados. En cuanto terminamos nos dirigimos a almorzar a Formigal.
El barranco en cuestión es uno regulado y entenderéis que no ponga el nombre. En cuanto aparcamos el coche e iniciamos el ascenso empezaría lo bueno. Javi inicio la ascensión y en un desvío nos percatamos que no lo encontrábamos. Cruzando el cauce del barranco de lado al lado y volviendo de nuevo al sendero (Ya empezamos) Después de subidas y bajadas retomamos el camino correcto lo que nos llevo a perder un tiempo y algo de físico.
Retomamos el sendero y aqui empezó lo bueno. Javi en su día ya lo descendió varias veces y en las reseñas que teníamos no nos indicaba nada mejor, con lo cual en un desvío nos descuidamos del camino que nos llevaba al inicio del mismo. Al perdernos iniciamos la búsqueda subiendo hacia la misma cresta del mismo, lo que nos obligo al llegar arriba a ir paralela a la misma. Esto era inhumano no me acordaba hacia tiempo de pasarlo tan mal durante una ascenso. Entre matorrales, zarzas, destrepes guarros, ect......se nos volvió una odisea encontrar el inicio o el sendero mas evidente para llevarnos al principio. En su día ya hable de las aproximaciones con Javi. A día de hoy me sigue encantando ir con el por lo imprevisible de la aventura. Aun así lo vi mas relajado que de costumbre.
Después de idas, venidas, subidas, bajadas encontramos el sendero. Yo me encontraba reventado, Marzo a su ritmo y Tomas también siempre todos detrás de Javi.
Nada mas llegar al inicio nos cambiamos. El barranco son dos partes en las cuales al inicio hay un tubería cerrada la cual no deja caer mas agua que la que llueve y otra parte donde la surgencia a mitad del mismo te hace las delicias del mismo. ¿Abrimos la tubería ? Nos decíamos con sorna.
Javi ya se había cambiado y en cuanto pudo bajo con las cuerdas y empezo a montar las instalaciones.
Conforme lo descendía me encontraba mas agotado, supongo al no poder refrescarme en el agua, me costaba moverme con el neopreno o destrepar por encima de las piedras.
Javi a su ritmo sin correr. No recordaba hace tiempo ir a este ritmo, no tenia prisa a la marcha sin apretar. En parte se lo agradecía por la tensión normal que origina ir con el, pero que en esta ocasión se le veía muy tranquilo.
A Marzo viendolo descender, es como una caja de sorpresas. A día de hoy es uno de los mejores barranquistas que conozco. Surge, se apaga, se activa, colabora, va a su bola, se asocia, desaparece, vuelve a resurgir. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Este currelas del barranquismo/espeleo tiene una mochila que ocupa parte de su espalda en la cual podriamos desplegar el plano del metro de Nueva York. No son habituales de las reuniones del grupo, ni anuncia neoprenos, pero cuando se pone uno la moja como si no hubiera un mañana.
Al llegar a la surgencia todo cambio. Me cambio la cara al poder mojarme en condiciones. Lo primero ponerme debajo debajo del agua y empaparme.
En uno de los rapeles le comente que comprobara si la cuerda llegaba, cuando llego Javi me dijo que solo había hecho algunos barrancos. Yo no lo sabia, que no se me ocurriera decirle que comprobara nada. Solo había que ver su cara con la tensión correspondiente.
Javi a día de hoy sigue siendo uno de estos obreros de la cuerda, un basurero que va limpiando las caquitas que dejan algunos por los barrancos, a los que Dios concedió mas talento en las manos pero menos ganas de pelear: Su trabajo luce muy poco pero no tiene precio. No hay palabras para describirlo, ya he hablado muchas veces de el en otras ocasiones. De los mejores barranquistas que pueda haber en la geografia española.
El barranco estaba acabado, faltaban los rapeles mas largos.
La foto del grupo sin Javi.
En fin. Lo mejor es terminar lo descendido y con
eso esta todo dicho. Lo mejor es que encontramos el camino de acceso al barranco a pesar de perdernos en la aproximación. Lo mejor es que, a día de hoy, es que terminar lo que empiezas se celebra como si te tocara la lotería. Lo mejor es que te queda la familia, amigos y parejas. Si después de este párrafo no nos hemos ganado el premio al optimismo es que ese premio no tiene sentido. Porque eso fue lo mejor, si, pero todo lo demás, absolutamente todo, fue malo, horrible....fue lo peor. Y ahí deben incluirse arañazos, destrepes, cansancio, subidas, bajadas. Casi nada al aparato.
Si ha este grupo se le gana en eso que hemos dado en llamar intensidad, apaga y vamonos. No nos dejes caer la tentación, por que con el monte por medio seria tirar aqui de dolores de cabeza y aspirinas, pero el caso es que pasamos muy malo rato, reventados por la maldita aproximación en todos los sentidos de la palabra. Menos Javi (el del purito) que no siento dolor y sigue igual desde que lo conozco, le encanta hacernos sufrir y eso que descendió dos veces el mismo barranco y no se perdió. Supongo que nos quería hacer ver lo que es hacer un barranco en estas condiciones. Virgen señor mio.
El monte nos enseño lo que es sufrir de lo lindo y lo consiguió, si, pero es que ademas nos atizo lo que pudo con la venia típica de los montes del pirineo aragones. Yo, Marzo y Tomas amigo de Javi. Yo me lleve la peor parte en lo que a la estopa respecta. Meses inactivo y físicamente bajo en mínimos, Tomas andaba por las mismas haciendo como que me duele. Marzo en mejores condiciones le seguía el ritmo a Javi. Estas lineas se redactan sin parte medico aun que justifique lo anterior dicho, pero desde fuera , con perdón, tuvo también pinta de ataque de pánico.
Porque nosotros rocosos donde fuera en otros tiempos esto no me pasaba. Harto ya de estar harto, a Javi le valió un gesto para decidir que mejor por aqui y que nosotros también buscáramos la mejor manera de salir de aquel enredo. Nos valió un rato hasta encontrar el camino, una imagen que a ojos nuestros fue como música celestial. El monte corría detrás nuestro y nos repartió de lo lindo.
Pero como el barranquismo es así, caprichoso como el sólito. En cualquier caso habíamos llegado indemnes al comienzo del mismo. Y no era poco, tal y como se había puesto la cosa. Entendimos que aquello no pudo empeorar y casi lo consigue. El día de tormenta finalizo con cierta calma .Pelacanyons salio maltrecho en la aproximación, pero salio vivo. Porque pudo ser peor. Y tanto que pudo.
En fin, hasta la próxima si puedo dejar algo, que tiempo me ha llevado a dejar esta crónica.
En fin, hasta la próxima si puedo dejar algo, que tiempo me ha llevado a dejar esta crónica.
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