Foto: Pastor, Felix y yo. Año 1998. Barranco Jardin. (Huesca)
El barranquismo es un deporte donde no todo es como parece. Donde el acierto no tiene necesariamente que ver con la virtud y el error no es consecuencia de un defecto. Se puede practicar sin ser el mejor y se puede dejar de practicar siendo uno de los mejores barranquistas.
Como siempre he pensado, el barranquismo es una ciencia inexacta. Un deporte imperfecto que desafía a las matemáticas, porque a veces uno es mas que muchos.
Hay barranquistas que han logrado descifrar este simple y complejo deporte que es el barranquismo. Que parecería que no hay secretos, ni misterios, que logran que todo parezca tan fácil y tan simple, que hasta disimula su grandeza, su talento, su capacidad.
Hacia años que no descendia con Pastor y me sigue dando la impresión de que sabe todo, como pocos en la historia de este deporte, conoce mejor que nadie los secretos del mismo. No tengo ninguna duda que su presencia da para mucho cuando te juntas con el. Su silencio aveces ensordece, su simpleza abruma. En los tiempos en los que el barranquista si no es talentoso o no es un portento físico pareciera que no puede practicar el barranquismo, el enarbola otra bandera, tal vez la menos valorada, pero no por esto menos vital que las dos mencionadas.
Jose Luis Pastor tiene el don de la inteligencia, su lectura cuando desciendes es incomparable, como el, un barranquista de todos los tiempos y aunque las circustancias de la vida nos ha separado en cordada. Lo sigo echando de menos, como en los viejos tiempos.
En fin, que la pasión por lo que nos gusta nunca nos cambie.
Pastor organizo esta salida que coincidía en fin de semana, llegaríamos por la tarde el sábado, en el albergue de Rio Deva. Vimos a Paco,
su mujer y a uno de sus hijos, hacia años que no los veía. Dejamos trastos y después de cenar nos acostamos, sin antes convencer a Pastor hacer un barranco en la zona de cuenca cerca de donde estábamos. El tenia intención de hacer el Cañon de Rio Arcos, pero como llovió tanto las semana pasada, Javi (el del purito) me recomendó hacer este que posiblemente llevaría bastante agua.
A lo hecho pecho. Aveces no maduramos. Ni cambiamos. Ni siquiera tenemos propósito de enmienda. Ni yo aveces cuando junto unas cuantas letras o intento dominar los recovecos de este deporte, ni aquellos que ven y leen estas crónicas, ellos también llevan dentro un escribano alarmado o un barranquista impaciente.
Vivimos al minuto descarada y peligrosamente. Ni miramos con reflexión al pasado mas reciente ni al futuro por descubrir. Aquí te cojo aquí te mato. Un barranco esperado por agua y se abrió la primera crisis nada mas llegar y ver la cabecera del mismo, apocalipsis, catástrofe, hecatombe, cataclismo......Pastor se diría por sus adentros y aunque no me lo quería decir, posiblemente hubiera sido mejor hacer el de Rio Arcos, corría un hilo de agua y casi todos los rincones del mismo asomaba ese verdura que flotaba por encima del mismo, intentando no llevártela con los pies.
Mi mujer a la que admiro quiero tanto, junto a una compañera del grupo.
Siento mucho no acordarme de los nombres de los compañeros con los que fuimos, pero después de tantos meses ya no he vuelto a coincidir con ellos.
Pastor en uno de los rapeles.
Todos los rapeles fáciles sin complicaciones.
En alguna foto tenia que salir yo. Vídeos no se han hecho no hacia falta.
Esto lleva años aquí. Todavía no ha desaparecido.
Hoy nos toco a nosotros y lees o escuchas en los corrillos de siempre que nuestro grupo parece una pandilla de tuercebotas. Así somos, todos !Como nos gusta pinchar....aunque sea por un día!
La foto de grupo. Como siempre nunca debe faltar.
En fin, hasta la próxima Pastor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario