A nadie se le escapa que un gran barranco es un pellizco diferente, es un quejido de emoción en el fondo de cada descenso. Pero esto es , sobre todo, sensación y preparación. Se trata de un tramo corto, sin retorno, y esa condición de drama, convierte el descenso en algo tenso que lo atrapa todo. Emoción, miedo, firmeza, duda, alegria,que se yo, todo lo que el barranquismo es capaz de juntar alrededor del barranco, sus deseos y traiciones. Si esa es la sensación, uno no encuentra diferencias mas que grupales. Hay que defender la idea única del colectivo. "Uno para todos, todos para uno", esta bien.
En fin, ya lo veis, tiene de todo. Disfrutar del barranco..................y
FELICES DESCENSOS.
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