Hay muchas teorías sobre la relación que debe haber entre el trabajo y el descanso. En el mundo del barranquismo , cada uno en la parte física asume su responsabilidad, en parte por la necesidad del propio deporte de tener una planificación física especifica, pero también por la delegación del propio barranquista en mucha parte en la planificación de los descensos durante todo el año.
Como resultado, y esto es ya una opinión personal, cuando el que mas deberes cumplidos durante el año tiene en el grupo, o sea el que mas nivel tiene, no acota ese poder, el aspecto físico prepondera sobre el técnico y, lo que es peor, sobre el psicológico.
La realidad ilustra claramente esta problemática al no cargarse durante el año de los descensos adecuados. Venir de un ejercicio cargado de descensos, con el añadido de la tensión con la que se vive el día a día en un grupo, club o amigos. Quedan pues, escasas semanas para cargar baterías y, lo que repito que es mas importante, relajar tensiones y liberar mentes.
Cuando oigo los comentarios, no sin sorpresas, que algunos prefieren adelantar sus salidas para presentar batalla en las zonas previstas. Lo respeto aunque no lo comparta. El año acaba siendo muy largo y al final se echan de menos esos días en los que uno acumula ganas y, siendo sinceros, el estado de forma se consigue en pocos días barranqueando, otro tema es el ritmo de algunos compañeros, y pronto decide la lógica, que aquí no es otra que el talento.
Soy partidario de que cada uno decida lo mejor para si mismo, al fin y al cabo, con estas decisiones te juegas tu protagonismo en el grupo, pero con el paso de los años te das cuenta de que cuando se trata de barranquear , a veces mas es menos.
En fin, espero el día que pueda volver y dejarte Erkaitz todas estas reflexiones que tu padre te deja, para que el día de mañana decidas por tu propia cuenta que es lo mejor para ti. Tu padre que tanto os quiere a los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario