Puede que el barranquismo se un invento francés, y que haya sido definido en mas de una ocasión como ese deporte que lo disfrutan muchos pero siempre lo practican los italianos, suizos, noruegos, etc....., pero lo cierto es que la realidad lo ha convertido en un ahijado español.
Este es un magnifico ejemplo de como los alumnos pueden llegar aventajar a los maestros. Si uno visita el pirineo francés ademas de su maravillosa riqueza natural, se sorprenderá de la forma en que este deporte es vivido por todos, desde los mas tiernos infantes a los nonagenarios. Cada paso por sus barrancos esta amenizado por cantidad de grupos y clubs.
En estos años, su reinado ha sido discutido desde el poderío italiano, la competitividad alemana o el carácter suizo, pero nadie hasta ahora se había atrevido a hacerlo desde el éxito español , lo que mas puede doler.
No me extrañan los pitos, dispersos y mal avenidos, con los que premian los éxitos de los españoles alugunos. Son la mayor muestra de subyugacion del que fue propietario de los mayores descensos en todo el mundo frente al osado que se ha apropiado de la idea y que después de pasearla con éxito en la ultima Expedición al Himalaya (por poner un ejemplo), llegamos al feudo de su creador con respeto pero con aires de retador insolente.
Nadie desciende, hoy por hoy, como se hace aquí. Es una generación maravillosa que ha encontrado su piedra filosofal en el manejo dictatorial del barranco, una técnica exquisita, etc...
No se cuanto durara, porque nada es eterno, pero mientras la realidad no nos saque de este sueño, los descensos no visten de ningún otro color sino del nuestro.
Entiendo los pitidos, casi diría que los disfruto por que no dejan de ser la muestra espontanea de un sentimiento de inferioridad, el que provoca el miedo.
En fin, os dejo otro vídeo de la Expedición al Himalaya de ECH, la mejor prueba de lo que digo.
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