lunes, 1 de febrero de 2016

Reflexiones - ¿Y nada mas?



Un descenso es una colección de detalles, de gestos, una suma de caer y levantarse ante lo que un barranquista reaccionan de muy diferente manera. Los hay que ante la adversidad no huyen. Otros se diluyen, empequeñecen. Cuando las cosas están de Dios, ante ese pedazo de chorro que baja por la cascada, te convences que puedes hacerlo. Que ante ese salto no llegas y te pones a dar vueltas como un loco en la poza. Y sobre todo, si te golpeas, y sales con el susto en el cuerpo, te levantas, respiras de nuevo y a andar de nuevo.

Pero en el barranquismo, por mucho que se haga, conviene no hacer juicios sumarísimos cada semana. La gloria es un veneno que hay que tomar en pequeñas dosis. Cada barranco descendido te aletarga, hay que subir de nivel. Volver a conseguirlo pasa por ser mejor que ayer. Reinventarse sin perder el nexo, sorprender para volverse imprevisible y saber levantarse  cada vez que caes, son items obligados para mantenerse en lo mas alto ya que tras la cima esta el inicio del mismo. Lo peor del barranquismo es que no sabes cuando has tocado fondo.

Esto y mas es la pasión por la cual disfrutas de un gran deporte como es el barranquismo. 





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