martes, 31 de mayo de 2016

Una de Ciencia Ficcion y A bad day.





Tan desastre fue el primer trailer de "Stark Trek: Mas alla (2016), que los productores de la película ha decidido crear una segunda edición, donde aparece lo de siempre, destrucción, acción y muchas entregas anteriores.





" Although the monkey dressed in silk mona stays "


En fin, os dejo otra remake de zapatou.....con lo que a mi me gustan las de ficccion......






viernes, 27 de mayo de 2016

LA CARTA QUE DIEGO PABLO SIMEONE LEYÓ DE CARLOS MATALLANAS, ENFERMO DE ELA.






Esta es la carta que Carlos Matallanas enfermo de ELA escribió. Diego Simeone camino a un partido repartió entre sus jugadores, a Gabi le comento que la leyese en alto y la resto de les dijo: "Ustedes sigan la lectura. Esto es vida, no solo es fútbol loco"

Aquí la carta:

Diego Simeone leyó esta carta y se la hizo leer a sus jugadores: "Me emocioné en el avión cuando íbamos a jugar la Copa del Rey a Hospitalet; se lo hice leer a todos los jugadores. Agarré las hojas de no sé qué periódico y se las pasé a Gabi para que las leyese. Al resto les dije: Ustedes sigan la lectura. Esto es la vida, no solo es fútbol loco”.

Aquí os dejo la emocionante carta:

Muy buenos días a todos, yo estoy aquí principalmente por mi condición de enfermo de ELA. Y así me dirijo a ustedes. Pero debo ser siempre justo con mis otras condiciones, entre las que destacan la de periodista y la de futbolista. Desde la primera, vengo tratando la compleja enfermedad que sufro a través de un blog semanal en El Confidencial, tribuna que cada vez coge mayor vuelo y obtiene un mayor respaldo de lectores ávidos de conocer qué es esto de la ELA. Pero es desde la segunda condición, la de jugador de fútbol, desde la que veo más apropiado hablarles hoy.

Lo entiendo mucho más apropiado tras los incidentes ocurridos el pasado domingo, conocidos por todos, y que son la muestra de que hay demasiados que aún acuden a campos de fútbol sin haber entendido lo más mínimo sobre qué es esto del deporte: actividad llamada a mejorar al ser humano, y no a devolverlo a la época donde vivíamos en cavernas.

Lo quiero hacer, además, en un marco como este que nos brinda la AFE, asociación de la que soy afiliado desde el año 2007, a la que considero mi casa, y a la que estoy infinitamente agradecido por una jornada como esta. En definitiva, durante cinco minutos, les voy a hablar de mi enfermedad con las botas de fútbol puestas.

Y es que el fútbol es la respuesta a las preguntas más complejas que me han hecho últimamente. 

Preguntas que yo también me acabo haciendo, pero siempre a posteriori, cuando podemos pararnos a pensar por qué somos como somos, de dónde nace nuestra manera de ser.

Los primeros síntomas de la ELA empiezan a aparecer en un proceso que dura meses, roza lo desesperante y acaba tiñendo tu día a día de un tono gris que todo lo cubre. Los doctores, que aplican la acertada lógica de que lo menos frecuente es eso, lo menos frecuente, apartan de sus primeras hipótesis algo tan temido y fatal como es la esclerosis lateral amiotrófica. Pero es el tiempo, que jamás notarás que pasa tan lento como en esas semanas eternas, el que poco a poco te mete en un pasillo largo donde todas las puertas de escape laterales se van cerrando, viéndote abocado a pasar por la que hay al final, donde accedes a un lugar muy oscuro: allí donde se hace firme el fatal diagnóstico.

Y les voy a contar lo que sentí y lo que pasó dentro de mí. Lejos de abrumarme, yo encendí desde el primer momento la luz de esa sala oscura en la que, a la fuerza y de improviso, la vida me había metido a los 33 años. Con tranquilidad y sin perder los nervios acepté la situación, quise conocer el lugar donde me hallaba, qué opciones tenía, qué me esperaba allí y, más importante, no perdí ni un segundo de mi tiempo en lamentarme y en hacer comparaciones con los lugares fabulosos de donde venía.

Los demás no entendían que yo fuera capaz de ver luz entre tanta oscuridad. Desde fuera, fueron entendiendo que me encontraba entero, que seguía vivo y que quería vivir, que quería ver qué pasaba conmigo, hasta donde podía llegar. Y ahí empecé a rodearme de gestos de asombro que acababan en las preguntas de que os hablaba al principio:

¿De dónde sacas esa fuerza?

¿Cómo es posible que reacciones así?

¿Por qué no te quejas?

¿Por qué no te desborda ver tan de cerca el sufrimiento inminente y la posibilidad de una muerte cruel y temprana?

Metido en el fragor de mi batalla particular, yo no me paraba a pensar para dar respuesta a esas preguntas. Yo solo actuaba según me dictaba la forma de ver la vida que siempre he tenido. Pero las caras de asombro se multiplicaban según iba dando a conocer el diagnóstico, y la insistencia de las mismas preguntas aumentaba. Llegó un momento que me tuve que detener unos segundos e intentar responderme esas cuestiones a mí mismo.

Y la respuesta que encontré fue la misma para todas ellas. Es muy sencilla y ya se la he anticipado: 

EL FÚTBOL.

Porque fue el fútbol el que me enseñó a esforzarme día a día sin importar el pasado ni añorar un futuro que no se conoce.

Fue el fútbol el que me mostró que todo puede suceder en un segundo inesperado, tanto lo mejor como lo peor.

El fútbol también me dio instrucciones para entender que, ante cualquier imprevisto, no queda otra que buscar soluciones y jamás excusas, que son las que te hunden más y te hacen perder un tiempo valioso.

En la cautela del ‘partido a partido’, el fútbol me demostró que jamás hay que tirar las campanas al vuelo ni arrojar tampoco la toalla, dándome una virtud impagable como es la mesura.

Dentro de un vestuario de fútbol aprendí a dominar mis miedos, a respetar los miedos de los demás y a sentirme libre asumiendo responsabilidades. Me hice hombre mucho antes que la mayoría de mis amigos por el simple hecho de tener un examen semanal donde constantemente se actualiza tu prestigio y para lo que no sirven excusas de ningún tipo. Y es que en el terreno de juego no hay árboles donde esconderse y acabas siendo muy consciente de qué has hecho mal o bien, por qué lo has hecho así y en qué puedes mejorar. Porque siempre se puede mejorar. No lo olviden: siempre.
 
Y también fue el fútbol el que me enseñó a pensar en los demás. En la fortaleza del grupo. En el bien común. En ayudar al que se encuentra en apuros, pero no por condescendencia, sino por la más genuina solidaridad. Solidaridad que solo se presta totalmente cuando no hay engaños, cuando identificas que quien lo pasa mal, ya está dando todo lo que puede dar de sí y aun así necesita tu apoyo.

Y también disfruté compartiendo esfuerzos al lado de gente mejor que yo, sin que la envidia jamás apareciese porque, sencillamente, los mejores me hacían mejor a mí. Y porque aprendí muy pronto que hasta los mayores cracks de cualquier disciplina acaban necesitando de la ayuda y comprensión de quienes les rodean para ser aún más grandes y poder aspirar a las más altas cotas.
 
Y, señores, por encima de todas las cosas, el fútbol me enseñó a soñar en mayúsculas. Siempre con los pies en la tierra, pero soñar más allá de las nubes.
 
Cuando tanto yo como mi seres queridos recibimos el pasado verano mi fatídico diagnóstico, fue algo así como encajar tres goles seguidos a falta de cinco minutos para el final del partido más importante de nuestras vidas. Y yo, simplemente, reaccioné como lo haría vestido de corto, hice lo que he hecho siempre. Fui a recoger el balón del fondo de nuestra portería, lo lleve al círculo central y me dispuse a levantar uno a uno a la mayoría de mis ‘compañeros’, que yacían entregados sobre el césped con ganas de estar en cualquier otro lado y no viviendo ese infierno.

Y ya voy acabando.

Desde ese momento, solo les quiero hacer ver a quienes leen mi mensaje todo aquello que me han enseñado desde bien pequeño: que los partidos se juegan hasta el final. Que mientras hay vida hay esperanza. Que no hay minutos de la basura y que jugar es de por sí un regalo sea cual sea el resultado. Que debemos disfrutar hasta de la peor de las derrotas, pero disfrutar porque lo damos todo, porque peleamos hasta el último suspiro. Porque sintiéndonos fuertes, ansiando mejorar y haciendo equipo, cualquier sueño se puede convertir en realidad. Porque, hasta que el árbitro no pite el final, cualquier remontada siempre será posible.

Y, además, porque siempre habrá un niño mirándote y al que le debes dar el mejor de los testigos: tu ejemplo.

Muchas gracias.

lunes, 23 de mayo de 2016

Envejecer en CAÑONES Y BARRANCOS.



Sento dice adiós. Y lo hace tras una lucha feroz contra el paso del tiempo. Agotado en lo emocional tras tantos años en el ojo del huracán donde los golpes recibidos han dejado mas huella que los barrancos realizados. Su ultima foto pudo ser hace poco tiempo, pero se empeño en un duelo al sol fundamentado en lo complejo que nos resulta a todos poner un punto final.

Mantenerse es un ejercicio de excelencia mayúsculo. Y Sento lo ha hecho. Los ha tumbado a todos, pero ya hace tiempo que donde uno intimidaba a todos se le ve mas las debilidades que las virtudes. Bajar un escalón es un ejercicio lógico. Cañones y Barrancos no esta hecho para los buenos de verdad. Te destruye. El olvido quema y los veteranos ya no tienen la motivación de los noveles para desafiar el orden establecido. En el momento donde uno no se siente motivado hay que decir adiós. Duele mucho pasar a ser a gregario. No estas para Cañones y Barrancos, pero estas para competir si buscas nuevas motivaciones y algún lugar donde la presión sea menor. 

En fin en otro post anterior ya hable sobre el cierre de Cañones y barrancos. Estoy triste por el cierre y espero que sepamos preservar un cierre que se adivina difícil.









viernes, 20 de mayo de 2016

PAUTAS PARA ESTABLECER RUTINAS





Ventajas que ofrecen las rutinas:
  1. Planificar con antelación. Los hijos se sienten seguros sabiendo que todas las mañanas irán al colegio o que cuando vuelvan a casa después del colegio les espera la merienda. Es este sentido, la rutina les ayuda a programar sus actividades de antemano.
  2. Coherencia: Los niños prosperan más en un entorno sólido y coherente. Está claro que les gustan los cambios y las emociones, pero la rutina completa su profunda necesidad psicológica de estabilidad.
  3. Control: La posibilidad de elegir algunos aspectos de su rutina, por ejemplo, dejar que decida cuando quieren jugar o cuando leer un libro, permite a los niños tener, hasta cierto punto, control sobre su mundo.

PAUTAS

§         Establecer tiempos con el niño para jugar, hablar, pensar en los momentos mas adecuados del día de para hacerlo.
Dialogar significa que el padre o la madre también cuente lo que le ha ocurrido a lo largo del día (he discutido con mi compañero de trabajo), cuando pregunta a su hijo.
Acompañarle al parque a jugar, si le apuntan a algún deporte o actividad extra-escolar .
§         Explicándole que hay que dedicar tiempo a las tareas domesticas y que puede cooperar con la madre.
(Si se va a pasar dos horas diarias con el niño, explicarle que una hora si que se le va a dedicar).
§         Preguntarle por aquellas actividades que más le gusta realizar e intentar hacerlas con él.
§         Marcarle tiempos para hacer los deberes ( sentarse con él a hacer los deberes) (motivarle para que los haga). Por ejemplo, primero sentarse a hacer los deberes con el niño, después salir a jugar.
§         Marcar tiempos para ver la televisión o jugar a la videoconsola (en el caso de que la utilizase).
§         Indicar a que hora hay que salir de casa, a que hora hay que volver etc.
§         Los padres deben estar de acuerdo en las pautas y nunca discutir delante del hijo. No utilizar al hijo como arma arrojadiza. Será perjudicial para el niño, y se dará cuenta al final (Es que tu padre es muy malo... porque..)

CONSEJOS BÁSICOS.

§             Avisar con antelación cuando se produzca un cambio en la rutina para que el niño tenga tiempo de adaptarse a el.
§             Introducir cambios. Cuando más tiempo lleve establecida una rutina, más difícil les resultará a los hijos adaptarse a los cambio. Por ello es interesante introducir pequeños cambios de vez en cuando de forma intencionada.
§             No ser esclavos de las rutinas. Si llega un momento en que tanto los padres como los hijos terminan hartos de las viejas rutinas es hora de cambiarlas.
§             Acordar las rutinas: Al final del día hablar con nuestro hijo sobre la actividad que ha realizado.
§             Utilizar las rutinas en nuestro beneficio. Por ejemplo si sabemos que nuestro pequeño echa una larga siesta por la tarde, usemos ese tiempo en nuestro beneficio.

EJEMPLO DE UNA RUTINA DIARIA


§         Levantar al niño con suficiente antelación para que no vaya con prisas. Levantarle con una hora de antelación, de forma cariñosa y con paciencia.
§         Hacer pis, nada mas levantarse.  Después le ayudamos a lavarse las manos con jabón y luego la cara para ayudarle a despertarse.
§         Desayunar
Es importante hacer un buen desayuno, ya que es esta una de las comidas más importantes del día, que nos va ayudar a coger energías para continuar el día.
Es aconsejable que desayune leche (se debe consumir 3 veces al día lácteos: leche, yogur, quesos...), cereales y/o galletas; también se puede incluir un zumo natural.
§         Después de desayunar nos vestimos, y luego aseo personal ( peinarnos, lavarnos los dientes, etc.) antes de salir de casa. El niño se tiene que ir haciendo autónomo.
§         Acompañar al niño al Colegio.
§         Recogemos al niño del colegio.
§         Comida
a.      Nos lavamos las manos antes de comer
b.      Implicar al niño en las tareas de casa como por ejemplo poner la mesa (poner las servilletas, los platos, etc.) darle responsabilidades todo adecuado a la edad  y posibilidades de cada niño. Esta actividad es recomendable iniciarla desde que el niño tiene entre 18 meses y 2 años de edad aproximadamente, ya que a ellos les gusta participar en lo que ven hacer a sus madres.
c.      Establecer siempre el mismo horario de comida.
d.      Comer en la medida de lo posible toda la familia junta.
e.      Evitar en la medida de lo posible que el niño coma viendo la T.V .
f.        Fomentar el diálogo entre la familia, preguntándole al niño que ha hecho durante el día y que tal está.
g.      Fomentar que el niño adquiera poco a poco el hábito de comer solo, facilitándole los utensilios adecuados a su edad (cuchara, tenedor...) y el cuchillo (cuidado, dependiendo de la edad del niño) siempre supervisado por el adulto. Evitándole darle de comer.
h.     Evitar que el niño se levante de la mesa hasta que no haya acabado de comer.

§         Una vez que ha comido tienen que descansar, los niños menores de 5 años es aconsejable que se echen un rato de siesta para coger fuerzas y descansar aproximadamente 1 h. En niños mayores aunque no se acuesten es necesario que reposen un poco la comida.
§         Deberes: En niños menores de 7 años con media hora al día sería suficiente. A partir, de 7 años habría que aumentar el tiempo acercándose a la hora diaria hacia los 9 o 10 años. Esta actividad deberá estar el adulto con el niño hasta que el niño haya adquirido el hábito de hacer los deberes. De todas formas esta actividad una vez adquirido el hábito deberá ser supervisada por el adulto.
·         Es recomendable ponerse hacer los deberes todos los días a la misma hora.
·         1º hacer los deberes de una asignatura que le gusta al niño
·         Descansar 5 minutos.
·         2º hacer los deberes de una asignatura que no le gusta al niño o tiene más dificultad.
·         Descansar 5 minutos.
·         3º hacer los deberes de una asignatura que le gusta al niño. Y así sucesivamente.
§         Preparar la mochila del niño, con todos los materiales necesarios para el siguiente día (cuadernos, libros, lápices, pinturas, agenda escolar sí la necesitara, etc.). El niño es quien tiene que preparar sus cosas para adquirir responsabilidades, pero los adultos (hasta cierta edad) debemos supervisar esta actividad.
§         La merienda del niño se le dará sobre las 5 o 6 de la tarde, esto puede ser antes o después de hacer los deberes. Es recomendable que los niños merienden 1 pieza de fruta ya que hay niños que es posible que sea la única pieza de fruta que coman a lo largo del día, esto se le alternará con bocadillos variados y zumos, evitando en la medida de lo posible todo tipo de bollería industrial.
§         Una vez que el niño ha merendado, ha hecho los deberes es entonces cuando podrá ponerse a jugar, (primero tiene que cumplir con sus obligaciones y una de ellas es estudiar). Podrá jugar, ver la televisión, etc, hasta que llegue el momento del baño.
§         Sobre las 8:30 – 9h los niños menores de 6 años es el momento del baño. Se les habituará a bañarse todos los días a la misma hora, esta actividad debe hacerla el adulto. El baño servirá para relajar a los niños antes de acostarse, y crear una buena higiene corporal y bienestar personal.  En niños mas mayores esta actividad se podrá realizar sobre las 9-9:30 h.
§         Una vez que se han bañado, se les pone el pijama a los más pequeños. Los más mayores podrán hacerlo solos, y  posteriormente cenamos.
§         La cena deberá ser todos los días a la misma hora sobre las 9-9:30h. Después de cenar es aconsejable  tomar  un vaso de leche caliente (le ayudará a coger el sueño).
§         Lavarse los dientes después de cenar .Esta actividad tiene que estar supervisada por el adulto. La edad adecuada para introducir el habito es alrededor de los 2 años.
§         Una vez lavado los dientes, el niño  va al baño hacer pis y a la cama a dormir.
§         El adulto una vez que el niño está en la cama puede leerle un cuento para que coja el sueño.  Siendo aconsejable que el niño se acueste todos los días a la misma hora. Y que duerma entre 10 y 11 horas diarias los niños menores de 6 años, luego esas horas de sueño van disminuyendo. Los niños tienen que descansar para coger fuerzas para el día siguiente.
§         El adulto debe obligar al niño a acostarse pronto. Los niños deben estar acostados antes de las 10 de la noche.
§         Se evitará que el niño vea la TV por la noche.  (Así como tener TV en la habitación del niño, play-station, etc.) para evitar que se suben a dormir y luego se pongan  a ver la TV o jugar a la play-station.

BIBLIOGRAFÍA

§         “La educación de nuestros hijos”
Varios Autores
Dirigido por Josefina Aldecoa
Ediciones Temas de Hoy
Madrid, 2001
§         “Portarse bien”
Stephen Garber
Ediciones Médicis
Barcelona 2004
§         “Entender a su hijo”
Dr. Richard C. Woolfson
Ediciones Parramón
Barcelona, 2004
§         “Rutinas diarias”
Mª Cruz Herrero García
Concepción Moreno Mora