Una de las mejores cosas de las vacaciones es aburrirte, que no es mi caso con mis dos hijos dando guerra diariamente. No ese tipo de letargo que te asalta durante el resto del año, no. Es un especie de trance en el que entras de manera voluntaria, generalmente cuando uno esta frente al mar. Entre ola y ola, te da por pensar.
Y he aqui una de esas reflexiones. Inmersos en plena revolución de las redes sociales, en el deporte, su efecto multiplicador, especialmente para lo malo, es mas que una amenaza. Javi (el del purito) uno de los deportistas que mejor ha sabido trasladar sus vivencias como barranquista, a la vida cotidiana, que "Twitter, facebook, instagram, etcc...e incluso mi propio blog, como cualquier tecnología no es neutral. Se disfraza. Tiende a ocupar mas espacio del debido en nuestra mente. Hagamos un uso sensato"
Los barranquistas formados desde pequeños ( algunos ) a partir de sus aptitudes, condiciones y talento. Son el resultado de años de actividades, entrenamientos, descensos, de repeticiones, de errores, de aciertos, su mapa biológico tiene determinadas características que no se deben eludir, ni soslayar, saber como desciendo es primordial para decidir por donde bajo y no al revés.
La confianza entre el que enseña y la persona que aprende hace que el barranquista mejore sus prestaciones, conviva mejor con el error y potencie sus virtudes y PIERDA EL MIEDO. La confianza incentiva, pero no enseña. Los compañeros con los que desciendes es un lugar irrepetible, una escuela sin igual, un lugar donde todos se igualan se humaniza, donde cada uno se gana su espacio por lo que es y no por lo que creen los de afuera que es. Después esta el barranco, allí no se regalan medallas, ni galones no hay nadie que pueda determinar quien es el "crack", el caudillo., el jefe. Todo esto se lo ganan los barranquistas en el agua cristalina de todos los barrancos del mundo.
Sin fortaleza de carácter puedes, con suerte, llegar, no mantenerte.
FELICES DESCENSOS Y VACACIONES.
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