El izado de un peso en pared, tanto se trate del petate de escalada o de nuestro compañero de cordada, supone siempre una tarea exhaustiva, a no ser que se trate de un bulto ligero. Cada vez que izamos un peso mediante el empleo de cuerdas, mosquetones y material diverso de escalada, el esfuerzo está servido. No solo por el problema físico del izado, sino también por la complejidad del montaje del sistema de poleas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario