Los Barranquistas, desde que empezamos a practicarlo, nos movilizamos por un sueño, realizamos grandes esfuerzos y sacrificios para intentar llegar a donde soñamos. Ese deseo es impulsado por la necesidad, el hambre que llaman algunos, por la pasión que genera el amor por este deporte y por el orgullo, por el amor propio. No existe ningún barranquista sin alguno de estos signos vitales.
Alguna vez le escuche decir a Javi (el del purito) decir lo siguiente: " Puedo entender que no tengan mas hambre, puedo comprender que no amen lo que hacen, pero no puedo creer que no tengan orgullo".
En el barranquismo es muy difícil mantenerse en lo mas alto, en la cima. Es un espacio reservado para muy pocos. El éxito es una mala compañía para todo aquel que no posee el Agua sagrada. Cuando ya no hay hambre, el barranquista existirá por dos sentimientos: el amor al descenso o bien el orgullo.
En algunas salidas descendía con barranquistas que solo se movilizaban por el orgullo, el amor propio, eran bestias competitivas que se devoraban los desafíos por el solo hecho de satisfacer su ego. Poseían un tipo de vanidad vital para el barranquista, la que te invita a superarte, no la que te hace creer superior.
Admirando a Javi (el del purito), a Jesus (Maritron), David (Bananas), David (Grotesc) y tantos muy buenos barraquistas que la lista seria interminable. Los primeros que he nombrado me generan la misma sensación. Ya no los moviliza el hambre, aunque estoy seguro de que aman lo que hacen y tienen un orgullo infinito. Solo la pasión y el amor propio pueden generar todos los días de tu vida, todas las mañanas de tu existencia, la felicidad y la necesidad de ser mejor cada día de superarte.
El mayor desafío te lo plantea tu espejo, el morbo no es ganarle al otro, que también existe y es sano que sea asi, la gran batalla es contra ellos mismos. Los barranquistas como Javi ( el del purito), Jesus (Maritron), David (Bananas), ect.....estan formados para ganarse a si mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario