SIMON WHEATCROFT. Estoy hecho de convicción, no de barreras.

Con el tiempo justo para poder salir temprano de su casa, Simon 

Wheatcroft firmo el contrato de su vida, conecto su navegador interior, 

un dispositivo que le permite descifrar mapas y fisonomias, y se dirigio como

 todas las mañanas a descubrir sus limites fisicos y psicologicos.

Para muchos de nosotros, todavia lleva puesto el pantalon y una camiseta de 

entrenamiento. Quizas alguien recuerde que, aun en edad escolar, volvia del 

colegio con la ayuda de su padre; supero todos los obstaculos que hay de 

camino hacia casa, que gano el solo el pulso a su oscuridad y que subio los 

peldaños del exito de dos en dos.

Un repaso superficial a sus estadisticas tambien les confirmara que ha

 dedicado toda su vida a luchar y que consiguió un puesto de actor principal

 en un elenco sin actores secundarios, pero una mirada mas profunda nos dira 

que fue y es, sobre todas las cosas, un insomne gladiador, un testigo a 

tiempo completo que observa su interior al microscopio.

Mas que una elegante odisea muscular, su vida representa la busqueda 

interminable de una sola respuesta a una unica pregunta: como puedo ganar 

mi proxima carrera. Eso nos conduce a la ultima conclusion; si nos atenemos

a su historial, nacio ciego; si nos atenemos a su caracter, nacio libre.

Ahora, Simon nos ha dado una leccion a todos, su biografia integral. Su 

historia es, la biblia de un luchador nato.

En fin, un ejemplo a seguir de humildad, lucha y sacrificio que me recuerda

a Ellie Challis  y a tantos otros.