El año pasado fue un año horrible que debería ser degollado. Su dolor tiene nombre y por eso se brindara con fuerza por su muerte, se agradecerá al almanaque que se vaya por las alcantarillas del recuerdo hacia el vació.
Pero he sido feliz en el deporte que mas me gusta. Por eso pienso en un podio para el recuerdo y veo la posesión infinita de ese cauce por el que bajamos, el abrazo en el tiempo de una idea que nadie cuestiona y se vuelve una luz en la penumbra. El corazón en cada salto, el alma en cada rapel, una cadena de apoyos en cada destrepe, una calor común en el territorio frió y húmedo del barranco.
Llegar al final del mismo por encima de cualquier idea relativa, escrita con una pluma y tinta negra de una verdad incontestable en una reseña. Es imposible ganarle una contra a una corriente, pero es posible tenerla siempre a nuestro favor.
Y entonces el barranco quiere ser de quien mas lo ama. El arte puede a la fuerza. Y el descenso se vuelve una idea que se acerca a la utopía al deseo perenne de tener el agua a nuestro favor y vivir con ella, pensar con ella, defenderse y atacar con ella. Y sobre todo, una idea común.
Por eso este post no tiene nombres, porque citar es desmerecer el principio hermoso de la unidad. Uno para todos, todos para uno, todos con el barranco. El mismo corazón con un latido unánime que mueve la misma sangre. He aquí el secreto.
El barranquista es un mecano con todas sus piezas ensambladas. Todos son únicos y todos son lo mismo. La diferencia se integra y se ofrece a lo común por que al final la victoria es común y no existen los héroes Existen los planteamientos acertados y las ideas triunfadoras. Existen los grandes grupos y no los superhombres.
Los barranquistas comenzaron a ganar en el laboratorio del amor al barraquismo, en los barrancos con agua, donde barranquistas anónimos luchan para que el talento sobreviva.
El barranquista en el barranco es una comunión real, un apoyo real. Los brazos se enlazan para empujar hacia el mismo lado con una única fuerza. Una idea, una creencia, una fe, una solidaridad. Todos para uno y uno para todos, y el barranco en medio. Ese es el secreto.
En fin, este vídeo me ha emocionado e impresionado. Uno de los mejores vídeos de descenso de barrancos que he visto en mucho tiempo. Sobran las palabras y ninguna imagen del mismo. En su día os deje otro post del mismo autor. Os invito a que lo veáis y lo disfrutéis tanto como yo.
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