No me extraña que a muchos les sorprenda la conclusión tan diferente que se extrae de un mismo resultado, en función de cada uno de nosotros o del grupo o club del que se trate. Y es que hay historiales que elevan de tal modo el listón que delimita un éxito casi inalcanzable. Hay grandes deportistas que a la pregunta de que si consideraban que su victoria no había tenido brillantez, ellos contestaban: "Hay veces que pienso que ganando, solo consigo empatar". Tenían mucha razón.
Cuando practicas un deporte por tu cuenta o eres miembro de un gran club, desde que llegas te das cuenta de que la exigencia esta descontada. Todo el mundo convive con ella (siempre habrá excepciones), o te conviertes en un ente rocoso; o la realidad te pasa por encima diciéndote "chico, este no es tu sitio". Ya sè que, como dice el refrán, allá donde fueres, haz lo que vieres y que lo que aquí no pasa del discreto aprobado, en otro lugar roza el sobresaliente, pero esta es una de las servidumbres asociadas íntimamente a las historias de los campeones. Por eso, cuando has crecido impregnado por esta demanda, tu autoexigencia no te permite sentirte satisfecho cuando el logro final no traspasa ese umbral de lo excelso.
El camino hacia el éxito se encuentra plagado de pruebas , de las que tienes que salir airoso si pretendes llegar al final. Algunas son mas comunes, pero otras, como la incapacidad para asimilar la exigencia de estar a la altura de tu propia potencialidad, han dejado a mas de uno en la cuneta.
En fin, todo depende de ti mismo y de como encauces tu vida a través de desvanes de la vida. El éxito o el fracaso depende de cada uno. La vida te quita pero también te da alegrías. Levantar la cabeza y no mirar atrás te ayudara a proseguir un penoso camino que al final de la esquina te dará el éxito y los sueños que quieras lograr en la vida. Os dejo este magnifico vídeo que espero os encante a todos.