Un laberinto sin entrada y sin salida. No quiero que nos destruya tanta frialdad del que imparte justicia en un barranco. Aquí es tamos con nuestro dilema, pagando un alto precio por nuestro reto. Descenderlo hasta el final.
Y siento que se me desgarra el alma cuando veo tanto empeño, tanta ilusión. Estamos llenando estos descensos de bravura, de coraje, de entrega.
Y si, es cierto que al frente tuvisteis a un rival digno que intento pararnos el descenso. Pero no lo logro. Por eso, si acaso sirve que os diga lo que pienso, lo que veo. Nunca hay que olvidar que el dilema del problema es encontrar la solución. Volver a comenzar. Llenar estos descensos con nuestros mejores momentos en el. El barranquismo nunca sera explicado por una ciencia: ES ARTE. Salir con vida de cualquier barranco, porque los barranquistas pudisteis desvestir en cuerpo y alma el verbo "descender".
Así que ya nos conocemos, se vale dudar, pero JAMAS OS RINDÁIS. Aunque estemos convencidos de que se desciende a ciegas. Estamos decidiendo a oscuras sin palpar la complejidad de lo que se agarra. Al mal tiempo buena cara, así es la vida. Se cierran puertas y otras se abrirán. No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista No quiero pecar de optimista. A la realidad, fantasía. Y si el gaucho Martín Fierro dice: hacete amigo del juez, y no le des de que quejarse, porque es bueno tener palenque donde rascarse. Es solo una luz, sobre como agarrar con precisión una cuerda para que baje por el camino debido.
Os dejo este gran vídeo de como un entrenador motiva a sus jugadores en un partido.
Yo conquistare lo que nunca ha sido conquistado.....
la derrota no estará en mi credo....
haré creer a los que antes han dudado de mi...
siempre procurare mantener el prestigio...
el honor y el respeto de mi grupo....
entrene mi mente y mi cuerpo con constancia....
pero nunca me rendiré....
la debilidad no estará en mi corazón....
mirare a mis compañeros que me han acompañado hasta tan lejos...
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