Cuando permaneces abierto a nuevas experiencias como puede ser la mi hijo
Erkaitz,
estas nos permite experimentar y sentir como fuimos nosotros de pequeños. Algo tan intenso como puede ser el agua que cae del cielo, una manera de sentirnos vivos, algo tan intenso que solo podemos percibir aquel que lo ve y siente. Eso es lo que me ocurre a mi con mi hijo. Al ritmo que crece ves como cambia y solo esa experiencia nos provoca a mi y a Raquel emociones diarias que no se pueden explicar con palabras.
En fin, os dejo con este video y FELIZ DÍA DE SAN VALENTÌN.
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