El corrector de palabras elimina lo diferente y aglutina a lo parecido. Las nuevas tecnologías funcionan así: cada vez mueren mas palabras. Si la palabra se sale del redil, el corrector hace su trabajo con un silenciador. Nadie se entera. La palabra se elimina , el vocabulario se achica y se hace mas homogéneo. O sea, que es mas fácil de manejar; pero se convierte en algo mas pobre.
En el barranquismo también existe un corrector; que expulsa lo heterogéneo y ensalza lo conocido. No quiere experimentos. Tan solo busca competir con la máxima seguridad. Y para ello se alimenta de deportistas conformados por un patrón similar, que hablan un mismo idioma. De esta manera, los especialistas, esos vocablos con un significado único dentro del barranquismo, languidecen. Y se van muriendo poco a poco.
El barranquismo, por ejemplo, surgen personas apasionadas por la montaña cada vez mejor dotados técnicamente, con los conceptos integrados en su ADN. Son excelentes. Cada vez mejores. Pero cada vez mas iguales. Por desgracia, el corrector no tiene rostro. No es alguien concreto. No se le puede señalar con el dedo, como cuando alguien se portaba mal en clase. en realidad, el corrector somos todos: barranquistas noveles, monitores de barrancos, técnicos, guias, etc.......Y sin darnos cuenta, estamos arrinconando lo diferente, lo extraordinario.
En fin, son personas como os dejare al final del vídeo, los que hacen este barranquismo extraordinario y apasionado al mismo tiempo, que nos enseña un mundo muy diferente al resto de los demás deportes.
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